El Patriarcado en el que vivimos lo tiñe todo. También la Astrología. De hecho, casi todos los ‘Dioses-arquetipos’ astrológicos son masculinos. Desde el Sol hasta Plutón, pasando por Marte, Mercurio, Júpiter, Saturno, Urano y Netpuno. Sólo Venus y la Luna nos hablan de feminidad. Y la Tierra, claro. El lugar donde manifestamos todos los arquetipos… Pero..¿Dónde está la rabia, la fuerza, la alquimia, la capacidad de transformar del sagrado femenino?. No está en Venus, desde luego, que es la Feminidad domesticada y tampoco en la Luna, que infantiliza lo que toca. Está en la parte oscura de esa Luna llamada Lilith.
Ella representa la rabia de haber sido expulsada. ¿De dónde? Del Paraíso. Nada más y nada menos. ¿Y por que? Por no quererse someter a Adán ni a un Dios eminentemente Patriarcal que le exige sumisión al hombre. Y Lilith se niega, Se rebela contra ambos y reclama su derecho a Ser en condiciones de iguales. Vaya, vaya..con Lilith. Así que el relato del mito nos cuenta que es expulsada y sustituida por Eva. Quien acepta someterse y servir a lo masculino sin más. Esa Eva es la que llevamos grabada en el ADN durante los últimos dos mil años como poco. Hombres y Mujeres. Ella es la encargada de ‘gestar’ al hijo del hombre… Y así nos luce.
Mientras tanto, a Lilith la destierran al ‘infierno’. Dónde ella solita se dedica a parir ‘demonios’. Y es interpretada a menudo en Astrología como ‘de lo malo, lo peor’. La bruja, la terrorista, la salvaje… La queman una y mil veces durante la Inquisición. Porqué ¿ qué es una bruja sino una mujer empoderada que se salta las normas inquisitorias, que sana con sus ungüentos, que se conecta con la Tierra, y danza y canta y se rebela contra el despotismo del Inquisidor?… Las hogueras siguen encendidas a día de hoy.
Ahora mismo ese punto matemático oculto, se encuentra en el signo de Capricornio. El que representa más al Estado, la Autoridad, el Poder establecido, y sincrónicamente la energía de Lilith, negada y oculta, se revuelve en los estómagos del personal. Quizás es tiempo de empezar a escucharla. Porqué vivimos en una sociedad heredera de Eva, que tiende a someterse para evitar el castigo o el destierro del poder patriarcal. Y aquel que osa salir del guión, que no ‘se somete, que decide reivindicar su propio poder personal, es excluido porqué todos nosotros lo aceptamos así. Es la norma, la ley, lo ‘políticamente correcto’… Pero en el fondo la ira interior va creciendo y creciendo, los demonios claman por salir del inframundo y Lilith sigue gritándote No. Así no. Escucha su grito, tu grito, rebélate, atrévete a ser auténtico/a, porqué ella tiene la llave de la magia y de la alquimia. Sin la rabia, no hay salto hacia adelante, no hay cambio de paradigma, no hay evolución…
Pregúntate si sigues siendo Eva o empiezas a reconocer a tu Lilith.