
La Luna en Libra nos recuerda que somos seres relacionales. Nos muestra el espejo en el otro y nos recuerda la necesidad de sentirnos amados, aprobados, considerados por alguien.
El ser humano no fue creado para vivir en Soledad, y la necesidad de compartir es inherente a nuestra psicología y emocionalidad. La Luna en Libra es esa relación con el otro, la vinculación con la pareja, la búsqueda del complemento perfecto.
Nos sintoniza con la dualidad y nos invita a recordar que no hay relación perfecta porqué nosotros no los somos. Su aprendizaje tiene que ver con el amor y el compartir, con el dar y el recibir, con el equilibrio en la relación… Por tanto también con los límites sanos y necesarios respecto al otro. Eso nos recuerda la balanza libriana.
Sin embargo no podemos dar lo que no tenemos.
Sino nos amamos a nosotros mismos, cómo podemos amar al otro?
Ese falso amor se convierte entonces en dependencia, en apego, en necesidad… Buscamos afuera quien nos llene nuestro propio vacio sin hacernos cargo de nuestro propio cuidado. Reclamando al otro lo que ni nosotros mismos podemos darnos.
La Luna en Libra nos recuerda que cualquier relación debe ser entre iguales, dónde cada uno respeta y acepta al otro tal y como es. No cómo quisiera que fuera. De tu a tu. Compartir sin imponer. Entregar y recibir en armonía.
La Luna no es el Sol. La Luna es emoción, es el niño interior, es nuestra vulnerabilidad, nuestra supervivencia emocional.
Y en Libra nos recuerda lo difícil que es sobrevivir emocionalmente en Soledad. Pero cuando lo has hecho, cuando has podido finalmente cuidar y atenderte a ti mismo, entonces, y sólo entonces, estás preparado para dar lo mejor de ti al otro y para recibir en la misma medida.
El espejo nos devuelve a menudo nuestra propia sombra no reconocida. Cuándo nos sentimos heridos o maltratados debemos preguntarnos porqué hemos consentido llegar hasta ahí, cuanto desamor hacia nosotros mismos hemos cultivado para no haber puesto los límites necesarios.
Por eso el opuesto y complementarios de Libra es Aries. La Autoafirnación versus la negociación.
Si no sé quién soy, desde dónde voy a relacionarme con el otro ? Sino me valoro a mí mismo, como me va a valorar el otro?
Cuidemonos, amémonos, primero a nosotros mismos, cada uno individualmente, para desde ahí poder relacionarnos entre iguales.
Es Urgente aprender a amar. En lo personal y en lo colectivo.
LaVida es una auténtica obra de arte, la música y la danza la pones tu.