
Entregar, más allá de la ilusión del control. Desvanecerse, diluirse en el Todo. Renunciar y confiar en una fuerza mayor que nos atraviesa y nos recuerda que somos minúsculos ante la grandeza del Universo.
Esta luna llena en Piscis se da junto a Neptuno, rey y señor de los mares, del océano, de la infinitud. De aquel que rige nuestros sueños y anhelos, la necesidad humana de tocar el cielo, de sentir la trascendencia, de creer en lo imposible para hacer de esta experiencia terrena, un mundo mejor.
Pero el stellium en Virgo, su opuesto, nos conecta a la vez con nuestra realidad cotidiana, y en este eje tenemos la oportunidad de tomar conciencia de cuántas películas nos contamos. De como idealizamos o nos engañamos a nosotros mismos, porqué necesitamos anestesiar el dolor que nos produce el simple hecho de estar vivos.
Y cuánto nos apegamos a ese dolor… Puedes entregarlo ahora. Puedes aceptar que donde estás es el lugar exacto donde debes estar. Que el Universo te quiere aquí y ahora, consciente de quién eres y de todo lo que puedes ofrecer al mundo.
Entregar a Dios, el Universo, la Fuente, Neptuno…llámale como mejor te guste. Entregar es aceptar que hay un bien mayor al que servimos todos. Virgo te lo recuerda. Más allá de tí, de tus deseos y anhelos, de lo que has imaginado como el cuento de hadas de tu vida. Somos un fractal de Dios, una célula más de este complejo caos que tiene su propio orden misterioso. Y pertenecemos a él. Le pertenecemos.
Así que todo lo que ocurre, ocurre por algo. Tiene su función. La entiendas o no. Entrégate a eso. Sumérgete en el océano pero no para evadirte sino para hacerte una con él. Para sentir que eres una gota más. Y siente la humildad virginiana de agradecer a la Vida formar parte de algo tan grande.
Puedes dar hoy a esta Luna Neptuno memorias del pasado, de la infancia, de tus desilusiones y pérdidas. Para terminar con ellas. Agradeciendo que es gracias a ellas que has llegado hasta aquí. Es una luna de Redención.
Y en esa redención te sanas, te restauras. Urano en Tauro nos dice, acaba ya con eso. Corta con el pasado. Hay todo un mundo nuevo que reconstruir aquí en la Tierra. Y te necesitamos renovado, renacido, reparado.
Confía en esa inteligencia universal que lo rige todo, que lo ordena todo, aunque tu solo veas caos a tu alrededor.
Abraza tus emociones, todas. Reconócelas y reconócete. Pero no te quedes apegada al sufrimiento. Sentir es nuestra mayor cualidad. Aferrarnos al dolor es nuestro mayor freno.
Desde esta luna también puede llegarte la inspiración. Escúchala. Escucha tu intuición, déjate guiar por ella. Pero atrévete a dar un paso más allá. Que no sea más de lo mismo. Que algo se diluya, se acabe… que puedas sentir que se ‘lleva’ algo. Algo profundo, quizás antiguo. Que sea una entrega sincera.
El mundo está en modo derribo, y tendremos que construirlo de nuevo. Tu formas parte de él, y te necesita completa, completos. Porqué solo así los nuevos sueños se pueden hacer realidad.
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