
Desde el primer momento en que nacemos empezamos a morir. Es una realidad innegable e ineludible a la que los seres humanos evitamos mirar de frente. Es un tabú en nuestra sociedad hipermaterialista.
Cuando el príncipe Sidharta descubrió esa realidad, tuvo la necesidad de empezar su búsqueda. Y así se acabó convirtiendo en el Buda. No es casual que coincida siempre esta lunación con la celebración más sagrada del budismo.
Vida y Muerte son parte del mismo círculo. Cómo decía JL Borges, ‘La muerte es una vida vivida, la vida es una muerte que viene’. Tauro y Escorpio comparten ese eje.
El magnífico esplendor que ofrece la Tierra, con toda su belleza y su abundancia en este tiempo de reinado de Tauro se hace especialmente evidente en la situación actual. El confinamiento humano ha permitido a la Naturaleza recuperarse un poco de nuestra voracidad. Cómo diciéndonos, ‘si paráis, si os quedáis más quietos, yo puedo empezar a respirar de nuevo, y a mostraros todo lo que tengo y si queréis disfrutarlo sabed que la creación debe ser conservada’. Conservar lo creado es la misión de Tauro.
Pero en su expresión menos elevada, Tauro también representa ese culto a lo material, a lo monetario. La adoración al toro de oro sagrado que pretende acumular riqueza. La religión de la materia como modus vivendi.
Así que llevamos mucho tiempo depredando por avaricia. Tanto tienes, tanto vales.. Mucho tiempo viviendo en el olvido de ese paraíso original. Mucho tiempo corriendo, como pollos sin cabeza, inmersos en la vorágine del consumo y del ‘crecimiento’. Los países miden su economía en función de ese valor: crecer, ilimitadamente.
Cómo un cáncer que se expande fagocitando a su propio inquilino hasta causarle la muerte. Eso es lo que hemos estado haciendo con el planeta. Y ahora que nos toca parar, para mucha gente es una especie de ‘muerte’. Para la Tierra en cambio, es un renacimiento.
Vida y Muerte conviven en el ciclo de la Naturaleza. Las flores, las cosechas, el verde maravilloso que ahora muestra la Tierra con toda su belleza taurina, se gestó el pasado otoño en periodo escorpiano. Cuándo miles de hojas cayeron, murieron, nutriendo el subsuelo, formando el humus que da lugar ahora a esa maravilla. Esa entropía es un ciclo en perfecto equilibrio. Si esas hojas dejaran de caer, de morir, la tierra acabaría siendo estéril… y por tanto también moriría. No hay vida sin muerte.
Qué nos dice todo eso a nosotros, en nuestro micro universo. Nada dura para siempre. La Muerte forma parte de la Vida.
Aprender a morir es aprender a soltar, a dejar ir, a aceptar los ciclos. Los biológicos y los emocionales. No eres quien eras ayer. Pero tampoco quien serás mañana. Porqué quizás mañana vas a vivir algo imprevisto que te sacará de tu zona de confort. Sólo tenemos el Ahora. Nada más. Si te aferras a algo, tarde o temprano, lo perderás y tendrás que soltarlo. Nacemos desnudos y nos marchamos desnudos.
Si te resiste al cambio, sufres. Si lo permites, también sufrirás, pero una vez atravieses ese dolor, renacerás de nuevo. Eso es lo que Escorpio le dice a Tauro. Como en un parto. El dolor quizás es inevitable, pero su resultado puede ser maravilloso.
La Muerte que representa Escorpio no es un final. Es la promesa de un ‘más allá’. Si confías en el proceso, siempre hay luz al final del túnel. Jesús dijo : ‘Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?’. Creer en que hay algo distinto, desconocido, misterioso y luminoso al otro lado del túnel es lo que nos salva de la locura.
Tras un proceso escorpiano de dolor intenso, de duelo, se produce a menudo la necesidad de buscar respuestas, de crecer, de investigar, de salir de la zona de confort. Es una vía de acceso a la trascendencia.
En estos tiempos en los que tanta gente nos ha dejado sin poder despedirla adecuadamente, esta luna llena en Escorpio nos puede activar esa necesidad de conectar con el duelo. De permitirnos sentir el dolor de la pérdida. Atravesarlo es la única forma de poder seguir adelante aceptando que nada volverá a ser igual. Es el efecto-Plutón. Por dónde pasa produce una mutación irreversible. Una metamorfosis. Ese duelo puede tener mil formas. La pérdida también puede ser por un trabajo, por una idea, por una relación,… Lo que sea que quede tocado en cada carta por esta luna llena a nivel individual.
Plutón, principal regente de esta luna llena, se ha puesto recientemente retrógrado. Ha parado máquinas y nos invita a mirar hacia atrás. A atender esos duelos no permitidos y revisarlos. Cuánta gente se ha marchado en estos meses sin poder hacer una ceremonia adecuada de despedida. Cuántos duelos han quedado capados, interrumpidos. Cuántas despedidas frustradas… Cuántos muertos no contados por el sistema…
Y a pesar de ello, seguimos adelante. Pero como colectivo, esta retrogradación nos dice que si no permitimos la transformación profunda, la metamorfosis necesaria, difícilmente vamos a poder avanzar. No se trata de engancharse al dolor de la pérdida. Sino de asumirla, de integrarla, de dar un lugar, de agradecer… en lugar de escapar de esa realidad haciendo ver que no ha pasado nada, ‘celebrando fiestas en los balcones’, pretendiendo que todo vuelva a ser como antes, como siempre… Porqué Plutón volverá a ponerse directo este Otoño, a principios de Octubre, para pasarnos cuentas sobre cómo está lo suyo. Sobre cómo hemos gestionado las pérdidas y los duelos. Sobre como llevamos nuestra metamorfosis. Para no repetir el dolor, es necesario asumirlo ahora.
El Eje Tauro-Escorpio también nos habla de dinero y de poder. Si Tauro representa la materia y los recursos propios, Escorpio nos habla del legado, de la Herencia. Y aquí la reflexión sería que tipo de modelo social y económico queremos dejar como herencia a nuestros hijos? A las futuras generaciones?
Sabemos que el actual está colapso. Y aunque Saturno se ha ido a Acuario, volverá también a retrogradar a Capricornio, a partir de Septiembre. Así que esto no se ha acabado. De hecho, acaba de empezar.
La muerte del Sistema es otro de los temas que nos viene a explicar esta lunación. Las cosas no pueden seguir siendo igual. Game over. Hay una transformación profunda pendiente que implica pasar cuentas de todo lo robado, escondido, manipulado. Esa sombra también está regida por Escorpio. Las mentiras, lo que se oculta tras este virus, las luchas de poder entre la luz y la oscuridad que tanto dolor causa a millones de personas. Este sistema ‘fake’ que día a día está siendo desenmascarado, pero cuya resistencia al cambio continúa siendo enorme.
Todavía hay una gran mayoría de gente que piensa que esto pasará, que ‘todo saldrá bien’, que superaremos el virus, y a seguir… como siempre.
Pues no parece que los astros estén muy de acuerdo con eso. Esta luna llena en Escorpio no viene a decirnos que ‘todo saldrá bien’ como mantra optimista sagitariano. Sino que viene a mostrarnos la necesidad de dejar morir muchas cosas. No hablo sólo de pérdidas de personas, sino de la muerte de patrones, ideas, formas de trabajar, desplazarse, de consumir, de tratarnos… formas de vivir.
La energía escorpiana de esta luna puede actuar como ‘cirujana’. Poner en evidencia el dolor de la herida y también todo aquello que nos quieren ocultar. Conocer lo que está podrido, aunque duela, para poder extirparlo. Si lo dejamos adentro, sin airear, se pudre, se infecta, y no dejará nunca de doler.
A nivel individual, la siembra que hicimos en la luna nueva de hace 6 meses, en Noviembre del año pasado, nos trae ahora un mensaje, un resultado, una evidencia. Qué necesitas extirpar de tu vida? Qué te está pidiendo la vida que mutes, que transformes ? Porqué allí tienes una oportunidad, la de convertir tu pérdida en un nuevo inicio. La de permitir que surja la mariposa que nace tras la muerte de la oruga.
Aceptar que nada va a volver a ser igual también puede ser doloroso. Pero es lo que nos permitirá como colectivo, crear algo nuevo. Aceptar la muerte, es aceptar la vida. Así que esta luna quizás nos ayude a conectar con esa realidad. Si supieras que te queda poco tiempo de vida que harías? continuarías haciendo lo mismo que hoy?… El tiempo en la Tierra es limitado. Nada de lo que posees te acompañará cuando llegue el momento de marchar. Si tuviéramos esto más presente, seguro que viviríamos de forma muy distinta.
Mirando la ‘foto’ de la carta que muestra esta luna llena, Venus, regente de Tauro, está en Géminis, donde acaba de mudarse la energía de los nodos. Tras un año y medio en el eje Cáncer-Capricornio, el nuevo eje dónde se producirán los eclipses de este año es el Géminis-Sagitario. El mundo de las ideas…
Pero lo que más me llama la atención de esta Venus es su cuadratura con Neptuno. Cuánto velo, mentira, auto-engaño, está flotando en el aire a través del relato que nos explican?. Cuánta idealización hay en ese ‘todo saldrá bien’ sino tomamos conciencia que tenemos mucho todavía que destapar y resolver?…
Mientras que Marte, co-regente de Escorpio y por tanto de esta lunación también, sigue su camino en Acuario. Ambos, Venus y Marte están en signos de aire. Los amantes cósmicos parecen estar en disposición de comunicarse. Pero Marte nos empuja para que las cosas no puedan seguir igual. Pide un cambio. Un cambio en la forma de actuar. Un cambio colectivo e imaginativo. Es un rebelde con causa que expresa el deseo de Libertad que Saturno tiene atrapado.
Saturno representando a los estados, a los gobiernos, al sistema en pleno declive resiste sin inmutarse. Recordemos que sigue en territorio afín ya que rige también a Acuario. Saturno da miedo, como lo da Plutón. Y aquí me viene esa frase tan rotunda de Séneca a Nerón : Tu poder radica en mi miedo, si yo ya no tengo miedo tú ya no tienes poder«. Saturno también es la promesa de construir algo nuevo. Pero solo si nos hacemos adultos y responsables. Si dejamos de actuar como niños indefensos. Si nos atrevemos a madurar como colectivo.
Marte está cuadrado al Sol Tauro, porqué los cambios no son precisamente de agrado para este signo que tiende a resistir inmóvil. A conservar lo que ya está consolidado. Así que se respira la tensión en el ambiente. La necesidad de cambiarlo todo y a la vez de sentir que el Status pretende que todo siga igual… Que sigan ganando los de siempre. Los poderosos, los ricos, la Banca. Aquí de nuevo tenemos el eje Tauro-Escorpio en su expresión más mundana.
Pero estando también en Tauro Urano cuadrado a la triple conjunción difícilmente va a permitir el inmovilismo. Las redes, Internet, el famoso 5g y sus consecuencias en la salud, el teletrabajo. nuevas aplicaciones, microchips… Todos son temas uranianos, acuarianos. La gestación de un nuevo modelo en el que tendremos que estar atentos para discernir qué es y qué no es ‘luminoso’. Investigar lo oculto, las ‘conspiraciones’, la sombra que pueda estar oculta tras la fantasía de un ‘mundo ideal’ también es un tema escorpiano.
Y Júpiter, sumido en plena conjunción con Plutón, amplifica la lucha de poder a todos los niveles. Quién y cómo va a liderar este Nuevo Orden mundial? Si es que hay un Nuevo Orden…Qué va ocurrir con la Unión Europea ?… No parece que tampoco vaya a salir indemne de esta tormenta perfecta… Cómo va a gestionarse económicamente todo este derribo ? Cuántos países van a caer?
Ante el caos evidente y necesario que provoca la caída y muerte de todo un paradigma, empecemos a asumir que nosotros podemos ser ese nuevo orden. Urano nos lo recuerda desde Tauro. Empezad a crear la nueva tierra. La nueva economía. Re-evolucionad. Auto-organizaros. Si estáis esperando que un nuevo líder os diga cómo actuar, quizás estamos perdiendo la oportunidad de empezar de verdad algo nuevo. Hay iniciativas de todo tipo circulando ya por las redes de venta directa de agricultores a consumidores, de cooperativismo. ‘Només el poble salva al poble’.
Revisemos todo, nuestras creencias, nuestra forma de vivir. Ya no por nosotros. Somos efímeros. Podemos irnos mañana mismo de este planeta. Pero seamos generosos con el legado. Dejemos en herencia un lugar mejor. Para que cuando llegue nuestro último aliento podamos sentir que hemos dado lo mejor de nosotros. Y aquello en lo que nos convirtamos al partir, sea lo que sea, pueda seguir dando luz desde otro lugar.
Acabo con esta preciosa frase de la cual desconozco su autor: ‘ Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros’. Esta luna llena en Escorpio llega para recordárnoslo.
#lunallenaenescorpio, #lunawesak, #astrología, #astrologíaconsciente, #astrologíapsicológica