
Esta luna nueva en Escorpio va acompañada de Mercurio en el mismo signo. Y tiene por tanto una connotación sobre la información. O sobre la falta de ella. O sobre la manipulación sobre ella… Escorpio es un signo con tendencia a contener y controlar.
Lo hace porqué es conocedor de su propia fuerza así que procura regularla para que no cause un daño mayor. Sin embargo, como siempre, el control es ilusorio. Y cuánto más se empeña en controlar más fuerza acumula… Hasta que explota. Y cuándo lo hace, no hay forma de pararlo. Se despierta el Dragón.
Viene a ser como un volcán. Dentro está el magma que hierve a cientos de grados. Cuando entra en erupción, ni el propio volcán puede parar esa lava que al emerger, lo arrasa todo…
Ese volcán este año está activado por la triple conjunción, de la que forma parte su regente Plutón que hace conjunción de solo 1 grado con Júpiter… amplificando el potencial.
Es una luna nueva que quiere sembrar algo muy profundo, muy transformador pero que al mismo tiempo puede ser muy doloroso para mucha gente. A mayor oscuridad, mayor potencial de luz. Su efecto lo veremos en Mayo, con la luna wesak.
El mensajero Mercurio se encuentra opuesto a Urano y cuadrado al Nodo Norte en Géminis, signo asociado a la comunicación…
Así que es posible que muchas más mentiras salgan a la luz. También informaciones ‘inesperadas’ que tienen que ver con el control y el poder. Con la manipulación, la corrupción… En definitiva, con lo que llamamos cloacas. Las del Estado pero también las personales, porqué al final todos nosotros conformamos este sistema.
Estamos ante un nuevo juicio, el de los atentados de las Ramblas, y podemos ver atónitos la forma de actuar del personaje que encarna el Juez jefe de sala… y al mismo tiempo, el dolor de las víctimas. Y el objetivo de ‘saber la verdad’ parece misión imposible.
Sol y Luna en sextil a la triple conjunción y en trígono a Neptuno nos enseña también el dolor de la pérdida de vidas inocentes en nuestro Mediterráneo.
‘Despertad de este sueño de verano… mirad la crudeza del sistema, en todos sus ámbitos, y haceros cargo (Saturno) del dolor que provoca. Porqué solo vosotros podréis transformar lo que está podrido.
Decir también que en este juego de mentiras y manipulación, Neptuno exige estar despierto y atento. Porqué sino te venden fácilmente la película. Te anestesian haciendo ver que todo se va arreglar sin necesidad de cambiar nada.
Y digo ‘te’, cuando en realidad sería más correcto decir ‘nos’. Nosotros mismos nos anestesiamos o permitimos que ocurra. Porqué es más cómodo pensar que otros arreglaran las cosas, idealizar a quienes están al mando que tomar las riendas de nuestras vidas.
Y por otro lado están las mentiras que nos contamos a nosotros mismos. La negación de nuestra sombra. La parte de nuestra psique que no puede aceptar determinadas cosas y las guarda en el cajón de nuestro inconsciente, bien lejos de la luz. Esas son las que más nos condicionan. Nuestros miedos y fantasmas que evitamos airear. Y es allí precisamente donde podemos completar la metamorfosis.
Es una luna que puede ser muy sanadora si nos atrevemos a mirar honestamente. Escorpio tiene la misión de sacar a la luz lo podrido para poderlo liberar. En lo personal quizás te pida que sueltes (sí, siempre soltar… ya sé que es muy pesado) aquello que ya se ‘está muriendo’. Aquello que te hace decir ‘no puedo seguir así’. Aquello que sientes ‘estancado’.
También a atender lo que dices y lo que no. Lo que el alma calla, el cuerpo lo grita… Y de ahí surge muchas veces la enfermedad.
No decir lo que pienso porqué no es políticamente correcto. Guardar el secreto porqué nadie lo va a entender. Comerme ese tabú y cargar con su peso. Es una luna ideal para soltarlo y respirar…
Ese conflicto interior se ve reflejado de nuevo en la oposición Venus-Marte. Ser diplomático o ser quien eres. Aprender también a lidiar entre ser auténtico y no agresivo. Tu verdad no tiene porqué ser la del otro. Pero en esta lunación, al contrario que en la anterior, es Marte quien toma fuerza como co-regente de Escorpio. Por tanto hay un deseo de auto-expresión y de libertad, una necesidad de conectar con uno mismo y no tanto de complacer al otro.
Este no es además un Marte cualquiera… está ya directo y en su trono. Así que de nuevo, al volcán, no le falta de nada. Cualquier chispa puede encenderlo todo… Esa contención de expresión y movimiento que representa Mercurio en Escorpio, entre el Ministerio de la Verdad y el confinamiento, va llenando de magma este volcán.
Subir nuestra vibración es la tarea más necesaria con esta onda energética. Ser ave Fénix. Pero eso no significa negar nuestra rabia. Que es lo que a menudo propone la new age… Porque allí, junto a Urano, está Lilith. Y Ella sí es un Volcán. Y hay que abrazar esa emoción. Esa memoria de rabia por la injustícia, por la exclusión, por la pérdida del paraíso robado. Esa luna negra que todos llevamos dentro y que tanto reprimimos en esta sociedad hiper domada.
Ese lado salvaje tan necesario para recordarnos que sin esa fuerza, no sobrevivimos. Que ser rebelde es un deber.
Como dijo Emmeline Pankhurst Goulden activista política británica y líder del movimiento sufragista: ‘ Prefiero ser una rebelde a una esclava’.
Y también en nuestro interior somos a menudo esclavos de nuestras mentiras o de nuestra sombra negada. O sencillamente de aquello que gobierna nuestro inconsciente impidiéndonos generar la luz que todos llevamos dentro.
Es también una lunación adecuada para sembrar un nuevo propósito. Aceptando que ya no somos los mismos. Que quizás ha llegado el momento de transformar profundamente algún aspecto de nuestra vida, aquél que ocupe la zona escorpio de nuestra carta.
Y sí, eso a menudo supone un duelo. Dejar de ser, dejar de identificarse con el personaje, es siempre doloroso. Dejar de controlar esa vivencia y permitir que parta para transformar nuestra vida.
También Mercurio nos puede ayudar a ahondar en nuestra sombra. A ver lo que hasta ahora nos hemos negado. A descubrir y a re-descubrirnos. Permitir que la luz entre la oscuridad. Ese es el regalo de esta luna.
Y a menudo, cuándo creemos que ya lo sabemos todo… Surge una nueva visión de nosotros mismos. Así que, no se vayan todavía, porqué hay mucho más por destapar.
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