Decía Miguel Ángel que la escultura ya existía dentro del bloque de mármol. Y él lo único que hacía era extraer el material sobrante.
Miguel Angel veía la escultura antes de que tomara forma. Aunque él era Piscis, tenía Mercurio y Júpiter en Acuario. Así que este tipo de visión podría representar muy bien la energía acuariana.
El regalo de esta luna llena con Saturno, regente antiguo de Acuario, nos habla de conectar con esa visión futura, para darle forma y hacerla realidad. Todo ello como fruto del esfuerzo y del trabajo. Ya sabemos que Saturno no regala nada. Pero cuando premia, lo hace a través de hechos tangibles y nada fantasiosos.
El eje Leo-Acuario es un eje de creación y creatividad. Acuario desafía el pasado y se enfoca en el futuro, en lo nuevo. Brillar como una estrella es la misión leonina: imitar al Sol. Y para hacerlo se requiere valor, atrevimiento y descaro.
Practicar ese ‘Yo Soy’ puede resultar difícil en nuestro mundo actual, que cada vez nos exige más un encaje que no nos permita salir del rebaño.
Acuario, por definición, no encaja porqué se siente diferente, distinto al resto. Con todas las implicaciones sistémicas dentro del árbol familiar que eso pueda representar. Pero sí sabe que puede ser un agente de cambio. Que tiene, como Prometeo, la llama para insuflar un aire nuevo que inspire la rebelión contra el orden establecido. Que puede ver la figura en el mármol antes de ser esculpida.
Para eso, para crear algo nuevo, hay que creer antes en uno mismo. Y Eso representa Leo. El brillo interno, único, exclusivo e irremplazable. Que no imprescindible… Porqué como humanos, todos somos prescindibles.
Leo necesita ver el reflejo de su luz en el otro. Brillar tiene sentido si esa luz se refleja de algún modo. SI tiene un receptor y no se pierde en el vacío de la nada.
En esta luna llena, toda la fuerza de la oposición desemboca en la conjunción Marte/Urano en Tauro junto al Nodo Norte, formando una T-cuadrada que hace tambalear nuestro mundo conocido y quizás nuestro mundo personal. Especialmente para los signos fijos del zodíaco (Tauro-Leo-Escorpio-Acuario)
Si Tauro representa la estabilidad, esta conjunción nos indica que todo puede romperse en cualquier momento, y que quizás, es hasta necesario que se rompa. Nada más incómodo para Tauro que esa sensación. Nunca fué tan necesario convertirse en bambú para no romperse…
Vivimos tiempos inciertos y convulsos, ese sería el resumen de la fórmula. Y quizás crear algo nuevo pase primero por el terremoto que representan los transpersonales cuando se involucran en el elemento Tierra. Urano en Tauro y Plutón en los últimos grados de Capricornio hacen que todo se tambalee. La Economía, las reglas, el mundo tal y como lo conocemos llega a una etapa de colapso final. Un final que anuncia un nuevo inicio. Todo es cíclico. Y eso nos enseña la energía plutoniana. Reciclarse, morirse y reinventarse. Renacer una y otra vez.
Plutón dando una vuelta de tuerca más se opone ahora a Venus en Leo. Nos invita a dejar morir las máscaras. A soltar la versión leonina del postureo porqué el teatro se está quemando y deberemos encontrar nuevas formas de integrar lo femenino y toda su belleza. De mostrarnos con mucha más autenticidad. Ser auténtico contiene la mayor de las bellezas.
Y, a pesar de ello, Leo nos sigue recordando que la vida puede ser una fiesta, que compartida tiene mucho más sentido. Y el eje Leo-Acuario nos cuenta que no tiene porqué haber contradicción entre celebrarla y comprometerse con el colectivo.
Sí, celebrar la vida con todo lo que contiene, saboreando cada momento del presente. Como los músicos del Titánic que seguían tocando hasta el final. Al fin y al cabo, cada momento es único. Tauro, receptor de esta sinfonía, lo sabe bien.
Puede ser un momento especial para recoger la siembra de tu proyecto, de tu creación, de aquello que sembraste desde el corazón ( Leo ) y cuyos frutos se ven manifestados a través de esta Luna/Saturno en Acuario.
Quizás lo que llegue no es exactamente lo que esperabas. Urano y la energía acuariana siempre nos remite a lo imprevisible. Déjate sorprender… Quizás el resultado es mucho más creativo del que tú hubieras podido imaginar.
También puede ser que te invite a cortar con algo. A hacer borrón y cuenta nueva. Si es así, no dudes que será para llevarte a otro nivel. Para empujarte a evolucionar. Aunque eso pueda resultar ahora mismo doloroso.
Si piensas bonito, creas bonito. Y ayudas a manifestar la mejor versión de la luz que todos somos capaces de emitir aún inmersos en la mayor de las sombras. Que a día de hoy, parece gigantesca.
Como Miguel Angel, aprendamos a ver la belleza y la posibilidad de crear más allá de lo evidente. Más allá de los discursos de miedo y desesperanza. El Miedo es la mejor arma del poder establecido para capar cualquier iniciativa de creación y de cambio. Es la energía opuesta al Amor. Y solo desde el amor somos capaces de crear y de celebrar.
Rebelarse ante ese constante bombardeo del miedo es lo más revolucionario que podemos practicar hoy.
Hércules y Prometeo (Leo y Acuario) viven en cada uno de nosotros. La heroicidad de ver la belleza de la creación a través de las brumas de estos tiempos convulsos.
Que tu creación sea el fruto de tu corazón. Hoy más que nunca, disfruta de esta luna llena Acuariana.
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