La llamada Luna Rosa, por su vinculación con el amor romántico, con el deseo del otro, nos llega este año asociada a un Sol-Kirón- Júpiter.
Es la primera luna llena de la Primavera la que da inicio a la Pascua.
Kirón es esa herida original con la que todos nacemos. Esa deformidad que nuestra alma debe aceptar para encarnarse en la tierra. Nos hace humanos y vulnerables aunque nuestra esencia sea divina. Y con Kirón en esta lunación cobra más sentido una celebración en la que se recuerda la herida del Maestro en nuestra tradición cristiana.
Kirón es el dolor, que en esta lunación se permite mostrarse a través del Sol pero que además viene acompañado del amplificador Júpiter.
El buen halo que siempre acompaña al mayor planeta del sistema solar, al que se le asocia ese papel de protector, también magnifica y agranda lo que toca.
Por tanto, esta luna llena puede amplificar cualquier herida que tenga que ver con las relaciones, que pertenece al territorio libriano.
La herida de la Soledad. De haber perdido el amor de tu Vida. La Herida de sentirte separada del placer. Del compartir. La herida del paraíso perdido…
Venus, regente de Libra, se encuentra en Tauro, que es también su territorio, pero haciendo trígono a Plutón y muy cerquita de Urano. Dos transpersonales que nos hablan de pérdida, de desapego, de transformación, de ruptura y liberación.
Así que esa zona de confort de Venus en Tauro no lo es en absoluto. Porqué en realidad nos habla de que todo lo relacional, lo femenino está en plena revisión. Así que no es tan obvio conectar con el placer, cuando además tenemos la herida quironiana por en medio.
Y Marte, el amante cósmico regente de Aries, también se encuentra en territorio femenino. En el más vulnerable. El que guarda las memorias. Cuántas historias sobre mama y papa repetimos en nuestras relaciones?. Buen momento para poner luz sobre eso.
En Libra no es todo de color de rosa, por mucho que llamen así a esta luna. Hay una constante pulsión para encontrar el equilibrio, que no la equidistancia… Porque no se puede ser imparcial ante un mundo lleno de injusticias y de mentiras. Eso también nos lo recuerda esta lunación.
Frente a Aries mostrando la herida del conflicto. De los conflictos, internos y externos. Personales y Colectivos. El mundo en guerra contra todo y contra todos.
Venus, harta de ser políticamente correcta parece que se quiere rebelar ante la usurpación de lo femenino. Juno junto a Urano nos habla de esa necesidad de romper con lo políticamente correcto, que parece que ahora es renunciar al género. Como si nuestra condición de humanos tuviera que pasar a un segundo plano.
Es en el grado 16 de Libra que se ha producido esta luna llena. Así que puedes mirar qué zona de tu carta ha recibido su influencia.
Nos están robando el paraíso original y ni siquiera nos damos cuenta…
Pero siempre nos quedará la capacidad de buscar la belleza en lo que nos rodea. En lo que la propia Naturaleza nos muestra. La de un amanecer o la de las flores brotando. Pero también la que los humanos podemos crear. La música que nos eleva. El arte como cura del alma herida que nos diferencia del resto de mamíferos y nos recuerda nuestro potencial creador, ‘a imagen y semajanza’ del Creador, que vive en nosotros.
Así que a pesar de las heridas seguiremos cantando, bailando, rezando y elevando nuestra alma hacia la divinidad que se muestra en esta bella luna llena. Buscando el Amor dentro para compartirlo fuera. Aunque no sea de color de rosa porqué la vida no lo es.
Si puedes compartir esa mirada con alguien, pues agradécelo y disfrútalo como una bendición. Y sino, mírate al espejo con Amor y dile lo bella y lo amada que es. Porqué amándote a tí, amas a toda la creación.
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