Saturno en Piscis: La Muralla invisible

Hay 3 niveles de manifestación de Saturno.

Como si de una iniciación se tratara, el Señor de los Anillos se expresa gradualmente en tres formas distintas.

La Prohibición – El Mandato – La Excelencia

En una primera etapa, Saturno obliga y prohíbe casi de forma simultánea.  Experimentamos los límites a través de los padres, los Maestros, aquéllos que representan una autoridad externa a nosotros.

La Vida nos pone límites allá donde se encuentra el arquetipo, haciéndonos sentir que hacia allí no podemos ir (Prohibición), que sólo podemos acercarnos de una determinada forma  (Mandato), aquella que es aceptada por el  sistema familiar al que pertenecemos.

Cada 7 años tenemos un contacto con esa experiencia (los septenios) y desde ella vamos madurando, experimentando y conectando con esos límites. Lo hace de forma exigente, a través del esfuerzo, no regala nada. Es el Padre exigente que nunca tiene suficiente. Que siempre nos va a exigir más y mejor.

Cada 28 años (aprox.) tenemos su ‘retorno’. Una especie de ‘evaluación’ respecto a temas como:

-La forma en que nos ganamos la Vida ( Profesión )

– los Límites

– El Compromiso

– la relación con la Autoridad (Padres, Jefes, Gobierno, Policía, Hacienda..  En fin con todo aquello que se supone está ‘por encima’ jerárquicamente de nosotros. También con el cuerpo, que es nuestra estructura física, la materia que nos conforma y nos limita.

En esos retornos, Saturno nos pide sobretodo que nos hagamos cargo. Que tomemos las riendas de nuestra vida. Que no hagamos Adultos y dejemos de proyectar fuera nuestras limitaciones y experiencias difíciles.

Sean los que sean, su evaluación viene a decirnos que en algún momento debemos ser nuestra propia Autoridad. No tolera el victimismo ni la infantilización. Debemos auto-evaluarnos y empezar a creer en nosotros mismos. Por tanto, la integración de Saturno nos habla mucho más de auto-estima o auto-valoración de lo que podría parecer.

Pero cuando toda esta temática se da en un signo como Piscis que habla de emociones, de lo abstracto, de la mística, de lo colectivo, de lo intrauterino, de lo intangible… ¿dónde está el límite?. Porqué esa muralla que representa Saturno, se vuelve de algún modo invisible.

Este es un Saturno que representa al ‘Padre ausente’ y al  ‘Padre celestial’ a la vez.  Y es habitual pasar por un proceso de enfado o rechazo a alguno de ellos, o a ambos. La limitación de acceso respecto a ese arquetipo. A semejanza de Jesús es una crisis invocando el ‘¿Por qué me has abandonado?’…

Los que nacimos con este Saturno, a menudo hemos experimentado problemas con los límites. Con la concepción del tiempo, que también le pertenece. Y con la capacidad de sentir. Porqué de alguna forma, se percibe que sentir demasiado es peligroso. Está prohibido…Y se intenta poner un muro de contención a las emociones, para que no nos desborden, para no ahogarnos en un mar de sentimientos. Construimos esa muralla invisible sin saber exactamente cómo ni porqué.

Y ¿cuál es el mandato de Saturno en Piscis? Fundamentalmente, El Sacrificio.

Sacrificarse por los demás. Por eso se conecta muy bien con el arquetipo de Jesús. Con el concepto Padre e Hijo. Con El Sacrificio de ese hijo para un colectivo. Con el papel de Salvador y en consecuencia, de Víctima. 

Es el mandato de cargar con el peso de un pecado que ni siquiera nos pertenece. O no sólo a nosotros.

De ahí que la prohibición consista a veces en no acercarse a la mística, a la espiritualidad, al ‘Padre Celeste’, a todo aquello que represente la magia intangible pisciana porqué se entiende que en ese camino vas a resultar ‘crucificado’.

Otra variante es la castración de la creatividad ante el mandato de ‘ser realista’. No te atrevas a soñar. Eso es peligroso… O a cantar, o a expresar cualquier actividad artística. Algo o alguien te va a decir ‘no puedes’. O quizás tu mismo vas a experimentar esa imposibilidad.

Es una prohibición sutil, la de Saturno en Piscis, no siempre tan explícita como puede mostrarse en otros signos. Uno ‘siente’ el miedo o la incapacidad o el bloqueo y a veces no hay ninguna figura concreta que te muestre la prohibición. Son todos y ninguno en concreto. Es el universo pisciano. Quizás sencillamente porqué en nuestro árbol, hay memorias dolorosas respecto a esa temática.

Memorias como la de monjas o monjes obligados a tomar ese camino más por necesidad que por vocación. Familias con muchos hermanos en las que alguno era ‘obligado’ a tomar votos como sostén económico. Músicos muertos de hambre.

Héroes y heroínas anónimas que dieron su vida en causas perdidas. Que intentaron salvar al mundo y terminaron ahogados por el Sistema. Salvadores, en definitiva.

Místicos, artistas, hombres y mujeres, clasificados como enfermos mentales por quererse relacionar con Dios de forma distinta a la que obliga la tradición. Cuántas ‘Santa Teresas’ habrán sido encerradas o quemadas por la Inquisición en nuestras historias familiares?

Distintas expresiones de memoria que pueden habitar nuestro inconsciente  que es también territorio pisciano.

Como lo es la propia vida intrauterina, la gestación y la concepción de la Vida. Todo aquello que ocurre en el exterior simultáneamente a nuestra creación uterina, se guarda en ese registro de Saturno en Piscis.  Incluidas, obviamente, las emociones que mamá transita durante nuestro embarazo. Todo ello pasa a formar parte de nuestro ‘cuerpo emocional’ que estaría también representado por el arquetipo.

Por tanto, respondiendo a estas memorias, Saturno en piscis puede provocar miedo o rechazo a cualquier expresión de espiritualidad, creatividad o vulnerabilidad emocional.  En nuestro inconsciente existe un registro que dice: Ser todo eso, puede salir muy caro. Puedes acabar en la cruz. Soporta el dolor y no te muestres vulnerable.

Pero Saturno es precisamente un Maestro manifestador.  Así que atravesar su límite, integrar su aprendizaje, nos lleva a lo que siempre explico de Saturno. Pasar del límite a la Excelencia. Esa es la naturaleza de la oposición que vive en el arquetipo.

Así que al otro lado de esa polaridad, Saturno en Piscis es en realidad, iniciático. Nos invita a aprender la ‘maestría del agua’,  a manejar el mundo emocional y manifestar la realidad a través de lo que sientes. Es pura magia.

Integrar la excelencia de este Saturno en Piscis sería darle la vuelta a todo lo que ha supuesto su mandato y prohibición

·No es poner una coraza sino ser capaz de hacerse cargo de la máxima emocionalidad.

·No es negar a Dios sino encontrar tu propia vía de conexión con Él.

·No es sacrificarte en vano, sino enseñar a otros como hacerse cargo de sus emociones.

·Aprender a soltar el papel de Salvador para salvarte a ti mismo y ser referencia para otros.

· Y sí, hacerte experto en emociones quizás te lleve a acompañar, a convertirte en terapeuta sin diluirte en los dramas ajenos. Sin pretender salvar a nadie.

·Saturno en Piscis te explica que puedes ‘codificar’ el Agua. Impregnarla para que aporte salud y bienestar a tu cuerpo o para que te ayude a transitar una emoción. El principio de Masaru Emoto representa muy bien a Saturno en Piscis.

Desde que entró en el arquetipo, el nuevo relato es ‘la escasez de Agua’, la sequía, el principio restrictivo de Saturno es el que mejor se expresa en el colectivo. Ya se encargan las Autoridades (representantes de Saturno) de imponer su relato mientras llenan nuestros cielos de chemtrails provocando la falta de lluvia para sus oscuros intereses y vacían pantanos para especular con el precio de la Luz. Aunque Saturno muestra siempre la ‘realidad’, también esa realidad tiene dos caras, dos polos.

También me he encontrado un buen número de personas que sienten que su profesión está en plena crisis.  Algo ‘hace aguas’ bajo sus pies creando una intensa sensación de estar perdida, en pleno proceso de deconstrucción. De no saber ‘quién soy’. Inmersos en el caos pisciano. De sentir la necesidad de soltar una identidad quizás construida en otros tiempos y que ahora debe ser revisada.

Si ese es tu caso, evalúa si realmente quieres seguir siendo ‘eso’.  Dedicándote quizás a algo que no te hace sentir sólido ni estructurado. Y si es necesario derrumbarte, recuerda que podrás reconstruirte escuchando lo que sientes. No desde la razón, sino desde el universo emocional. No desde lo que ‘me conviene’ sino desde lo que siento que necesito ahora. Y si se cierra una puerta es porqué hay un nuevo sendero para ti. Aprender a surfear un nuevo tiempo que ya no responde a lo que has construido durante años.

Todo eso es también Saturno. Como lo es  tu capacidad para hacer magia, para orar, meditar, invocar… La autorización para conectarte con Dios, la Fuente, el Origen, con la Divinidad, está en cada uno de nosotros.  Ese principio que nos fue tantas veces negado (prohibido).

Hacernos cargo de quien somos en realidad y actuar de forma colectiva es una propuesta que nos llega también desde la recién entrada de Plutón en Acuario. Ambos se encuentran en signos colectivos que nos invitan a co-crear una nuevo mundo, a pesar de la resistencia que aún mostrará las retrogradaciones de Plutón hacia Capricornio.

Piscis representa el final de la rueda. Y cuándo un planeta de tránsito lento llega allí es como si de alguna forma se acabara un ciclo. Un ciclo que empezó hace aproximadamente 28 años, entre 1994-1996.

Si buscáis hechos de esa etapa, encontraréis temas como el final del  Apartheid (oficial),Nelson Mandela gana las elecciones. Cuántos ‘apartheids’ hay todavía vigentes…

La guerra de Bosnia (límites fronterizos) que ahora se repiten en Ucrania. Detrás de todos, siempre están los mismos intereses. Los de las élites que mueven hilos a su antojo para el beneficio de unos pocos causando el sufrimiento de muchos.

La primera toma de conciencia general sobre la contaminación de plásticos en el Océano (sí, todo lo marítimo tiene que ver con Piscis)… En fin. Vemos siempre patrones repetidos en la conciencia colectiva.

Saturno es el Maestro de la Forma. El Manifestador. Así que tenemos una oportunidad única de manifestar nuestros sueños (Piscis) de una forma consciente.  No es la magia neptuniana, la de Saturno. Requiere una preparación, un trabajo personal. Sigue rigiendo el tiempo, aunque Piscis sea atemporal. Por tanto, no viene a regalarte un sueño. Sino a manifestar algo en lo que has creído y trabajado durante mucho tiempo.

Creer es Crear te dice. Pero no como pensamiento mágico. Sino como fruto de hacerte cargo de tus emociones.  De trabajar con tus patrones inconscientes. De limpiar bien las memorias de tu árbol.  De honrar a los que antes que tu sufrieron y se sacrificaron por otros. Y así, en su honor, poderlo hacer diferente.

No es erigirte en salvador sino recordarte y recordar que es ‘Tu Fé te la que te ha salvado’.

Que aprendamos juntos a caminar sobre las aguas de nuestras emociones en este periodo que justo acaba de iniciarse. Que este Maestro de la Forma, nos enseñe a construir un mundo donde todos seamos conscientes que el Tiempo es lo único que no se puede comprar con dinero. Que seamos el cambio que queremos ver en el mundo. Y que no perdamos la Fé. Porqué sin ella, no construiremos nada.

#saturnoenpiscis, #saturno, #piscis, #astrología, #astrologiaconsciente, #astrologiasistemica,

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s